Adecuar es adaptar, acomodar o ajustar.
Cuando hablamos, adecuamos las palabras a las diferentes situaciones
comunicativas dependiendo de la relación social que establezcamos.
La adecuación determina que usemos un
lenguaje de carácter formal o informal para comunicarnos.
Comparemos
los siguientes ejemplos:
Enrique
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…con su amigo
Frank en el liceo
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…con el profesor
de Historia
|
-Mira panita, ¿vamos pal bonche de Luisa más
tarde?
-¡No, vale! Esa chama no me invitó.
-Pero bueno, no le pares a eso.
-No, cara’ e locha, me da pena.
-Tú si eres chimbo. Ella es chévere.
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-Buenos días, Profesor Azpurua.
-Buenos días, Enrique.
-Usted hará el examen hoy?
-No, lo voy a aplicar la próxima semana.
-¡Gracias! ¡Tengo unos días más para
estudiar!
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·
¿Qué puedes decir sobre estos dos diálogos?
·
¿Hay diferencias en el lenguaje que utiliza
Enrique en cada situación? ¿Cuáles?
·
¿En cuál de los diálogos observas más confianza
en el trato?
Nuestro lenguaje está determinado por lo
que somos y hacemos en un momento determinado. Es necesario saber seleccionar
un vocabulario acorde con la circunstancia en la que estemos, y adecuarlo a las
personas con las que intercambiemos ideas en un momento específico.
En situaciones de carácter formal, es
posible encontrar dichos propios de la informalidad como recurso para aportar
un toque de humor o ironía, tal es el caso de algunos titulares de prensa,
artículos d opinión, discursos políticos, conferencias, o en situaciones
semiformales como el estar en un aula de clase.
El lenguaje popular, intercalado a veces
con la actitud formal, no le resta elegancia al estilo del hablante.
Tomado de: Palabra de
Identidad. Lengua y Literatura. Primer año, Educación Media General. Ministerio
del Poder Popular para la Educación. Caracas, Venezuela.
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